lunes, 9 de enero de 2012

Soy diferente, soy adolescente...


Una forma real de expresión


Con el paso de los días en el aula, se puede observar como las muestras de afecto y aceptación hacia el adulto, son pequeños detalles provenientes de las alumnas y de los alumnos. Un día es una pregunta personal en voz baja, para que los compañeros no se enteren, otro día se hace referencia a algo que tienen en común el alumno y el profesor, en otra ocasión los alumnos se quieren sentar al lado del profesor mientras se presenta un audiovisual. Todos estos gestos son la forma sutil y discreta, con la que el adolescentes muestra su cercanía y su cariño.
Sin embargo, estos gestos pueden llegar a ser imperceptibles para un adulto que no esté atento. En numerosas ocasiones la atención está completamente dirigida a la asignatura a impartir, a acabar el temario, o al silencio o no que existe dentro aula. Pasando desapercibidos estos pequeños detalles. Los adolescente necesitan que el adulto se pregunte cómo están, cómo se sienten y qué quieren. Estos aspecto están desatendidos y se convierten en un lastre que la gran mayoría de los adultos, hoy en día, todavía tienen por atender.  
La relación maestro-alumno tiene la posibilidad de ir más allá de enseñar una asignatura, pueden establecer lazos, enseñar a los alumnos y a las alumnas a sentirse escuchados, a reconocer cómo se sienten y qué quieren, a establecer vínculos. Otorgando al grupo de clase una cohesión especial y un significado para pertenecer a él.
Los adolescentes tienen una forma especial y auténtica de expresarse, de relacionarse. Y es misión del adulto escucharles y comprenderles, para estimular su potencial y fomentar su integración y participación social.
Los alumnos y alumnas de los centros de enseñanza secundaria de Barrio Loranca en Fuenlabrada, Humanejos y Jimena Menéndez Pidal de Parla, realizan un programa de sensibilización, escucha y participación que les brinda esta posibilidad. El objetivo de esta propuesta es compartir con los adolescentes un espacio que puedan vivir como suyo, que se sientan creadores y responsables de lo que ocurre dentro del aula. Y que desarrollen la capacidad de escucharse y de defender sus posturas ante un conflicto. Este proyecto lo realiza y dirige la ONG Unimos gracias a la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
La Asociación Internacional Unimos realiza esta propuesta basada en la obra del psicólogo americano Lawrence Kohlberg como metodología de enseñanza-aprendizaje y alternativa a la enseñanza tradicional.
Unimos es una organización de la sociedad civil sin fines lucrativos. Sus ámbitos de actuación son la cooperación internacional, los programas de sensibilización y la investigación.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy interesantes los distintos artículos relacionados con este proyecto. Se ve la incidencia de la relación profesor-alumno en el desarrollo moral de los jóvenes.